sábado, 27 de febrero de 2010

Lecciones sobre opinión y política universitaria, por parte de un completo zoquete.


Me he ausentado mucho tiempo del ejercicio bloggerístico. La falta de tiempo ha afectado, pero otros factores han sido determinantes para ello. Ya saben, de pronto uno puede llegar a sentir que sencillamente, está cansado.

Contrario a lo que las posturas neoliberales más extremas esperan de la humanidad, aún quedan muchas personas por ahí que realizan acciones que no les proveen ningún rédito económico. Las razones para realizarlas siempre son muy variadas e interesantes. A lo mejor ese fue uno de los motivos que me movió a estudiar Psicología.

Esto de escribir en blogs es de esas acciones que no brindan utilidades. La razón, mi razón para hacerlo, a menudo fue la indignación. Esa sensación casi orgánica de que las cosas no están bien y no puedo quedarme sin hacer nada al respecto, es el motor que me mueve, para bien o para mal, a arriesgarme a ocupar ciertos espacios vacíos.

Pero uno se cansa de andar por ahí indignado. No es inconstancia. Simplemente creo que soy lo suficientemente pesimista como para correr el riesgo de que un día entre en un estado de indignación y derrotismo del que no pueda salir. He ahí el motivo por el cual he dejado de escribir.

Pero de vez en cuando, pasan cosas en la vida de las personas, que no se pueden dejar pasar. Cosas que nunca se ven venir y se sienten como bofetadas. Cosas que afectan duramente el hígado, sin ser alcohol o comida china del centro de la ciudad puerto. Cosas que provocan arrancarse las retinas, sin ser películas de Michael Bay. Cosas que aparentemente son minucias, pero que cambian el rumbo de nuestras vidas. Y nos vuelven amargados o iracundos.

Bien, una de esas cosas me pasó esta noche. Hace unos 45 minutos estaba viviendo una aburrida noche de viernes guardado en mi casa, cuando se me ocurrió revisar las noticias de mis amigos en Facebook. Y encontré algo que llamó mi atención.


Ese algo me llevó a este link: http://eluniverso.com/2010/02/26/1/1363/viva-lex.html?p=1354&m=756 . Y ese enlace cambió toda mi noche. AVISO: Si usted es una persona sensible a la idiotez, suele guardar impulsos asesinos hacia quienes utilizan espacios de opinión con sarnoso gusto y profundo desdén por el otro, o simplemente siente que si se enoja mucho puede sentir ganas de hacerle daño a alguien cercano, NO LEA EL LINK CITADO.

Si ya ignoró mi aviso, no creo necesitar brindar una explicación del título de esta entrada. Hay tantas cosas que criticar, tanto qué decir sobre la decadente columna que me ha llevado a retomar este blog, que realmente me siento desbordado. Quiero decir, no sé si partir por la famélica capacidad para realizar un análisis político, o por la sesgada visión que jamás se trata de ocultar por parte del autor, o por la sintaxis, o por el arrojo con el cual alguien puede lanzarse a escribir en un medio de comunicación, sobre un tema del cual se reconoce absolutamente ignorante ("Para ser franco, hace mucho tiempo que no voy por mi querida escuela de Derecho.")

Así que no haré (casi) nada de eso. Para ello, pido, o mas bien exijo de mis amigos periodistas y estudiantes de comunicación y derecho, una indignación acorde a la ocasión, ya sea para realizar lecturas diversas sobre el texto citado, o sobre el mío. De mi parte prometo colgar en mi blog sus contribuciones como textos independientes, sin ningún tipo de censura y con el nombre del autor de cada texto.

Sólo voy a atreverme a dar la patada inicial a este arduo ejercicio que propongo, con ciertos detalles que quiero citar de este próximamente célebre producto del distinguido Pedro X.Valverde Rivera, que llega a nosotros con el acolite necesario de la "prensa libre".

"Pero en los actuales momentos, saber que Lex ha ganado las elecciones con una inusual y abrumadora mayoría, desplazando al lado oscuro de la fuerza del control de la representación universitaria en esos corredores, es realmente reconfortante." -------> PREGUNTA: ¿Es que todos los abogados salen de esa facultad pensando el mundo en blanco y negro, tan al estilo Star Wars? ¿O aquello es atributo únicamente de sus más funestos y (¿por lo tanto?) mediáticos representantes? May the force be with you, Pedro.

"Porque al momento de las campañas para las elecciones estudiantiles en la escuela de Derecho, la historia siempre se repetía: todos contra Lex." -------> Hmmm... a ver, pero... esto lo he escuchado antes. No he conocido al abogado que diga que no todos están contra él... Pero muy recurrente esto de la conformación de bandos y la victimización de la pandilla propia. Tan recurrente, que para justificar la idea, se elaboran argumentos realmente estúpidos, como por ejemplo:

"Hombre y mujeres, aniñados y cholos, blancos, negros, aplicados y vagos, de derecha y de izquierda, todos se juntaban para derrotar a Lex." -----> Lo cual sólo me hace pensar en una pregunta que me llevo haciendo bastante tiempo, desde que me fijo inútilmente en las costuras de la política universitaria: Si todos esos se juntaban para derrotar a Lex... ¿QUIÉN DEMONIOS ES LEX? ¿A QUIÉN CARAJO REPRESENTA? ¿CUÁL ES SU POSTURA IDEOLÓGICA? Si esto fuera una sitcom gringa, a la tercera pregunta le corresponderían carcajadas del público.

Mención aparte merecen los editores del mayor diario nacional al dejar pasar ese "hombre y mujeres".

"En estos tiempos del gran descontento nacional con el gobierno de la revolución ciudadana, liderado por la siempre altiva y libérrima Guayaquil, el triunfo de Lex es una manifestación de la juventud estudiantil de la escuela de derecho de la Universidad Católica de Guayaquil, que antepone su dignidad y lucidez a los favores que propone la cercanía al poder, cualquiera que sea este último. Es una muestra a escala de que el poder total tarde o temprano colapsa y la libertad y la verdad se imponen al final." -------> Solo un grandísimo idiota con una gran escasez de recursos intelectuales puede suponer que existe UN poder. ¿Qué rayos enseñan en esa facultad? Todo distanciamiento de un poder establecido impone un ulterior acercamiento a otros polos de poder que, podría decirse, se le contraponen al primero. En política universitaria esta realidad es más palpable, toda vez que el financiamiento de las campañas depende de poderes políticos y económicos que trascienden los límites del campus. Y como diría el maestro Rubén Blades, ahí dentro "todos lo comentan, nadie lo delata".

Lo mío ha sido un ejercicio de descarga. Realmente creo que ahora puedo irme a dormir tranquilo. Pero ha sido un trabajo fragmentado que aparte de un par de risas, no provoca nada más. Reitero mi deseo de que comenten este texto o el que lo provocó, para un análisis más completo de los diversos niveles en donde este sujeto o yo nos equivocamos.